El Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018 por 7.7 billones de pesos presentado en abril pasado, representa una buena señal para la economía si se toma en cuenta la inversión de 3.9 billones de pesos que se destinarán al sector de la energía. De éstos, 2.8 billones corresponderán al Gobierno Federal y 1.1 billones a fuentes privadas. Y si bien se trata de un monto histórico, que repercutirá en una expansión del Producto Interno Bruto de entre 1.3 y 1.5 por ciento, falta que estas inversiones se cristalicen, coinciden expertos.

Guillermo Pineda, socio líder en la industria energética de la firma PricewaterhouseCoopers (PwC), considera que aún “hay muchas cosas por hacer. No sólo es sacar adelante la iniciativa de la Reforma Energética, sino anticipar los planes para complementarla. Con un PNI de este tamaño obviamente que el gobierno se sigue comprometiendo en las actividades que va a llevar a cabo”.

 

El especialista de PwC recalca sobre todo la inversión que se destinará a cuatro estados “casualmente petroleros: Campeche, Veracruz, Tabasco y  Tamaulipas; el mensaje ahí sigue siendo claro. Van a ir actividades de exploración y producción aunque también esto se va a complementar con lo que pongan los inversionistas privados”.

 

Para Giovanni Aloi, vicepresidente de la CONCAMIN, Confederación de Cámaras Industriales, “al haber energéticos, hay oportunidades. Si no hay energéticos bien podríamos estar hablando de la era de piedra. Nosotros tenemos la capacidad de ser autosuficientes en energéticos y el desarrollo de infraestructura va a generar una autosuficiencia del Gobierno Federal para poder aportar recursos a otra cosa”.

 

En sintonía con lo anterior, Gerardo Salazar Vieza, director de Banco Interacciones, asegura a Petróleo&Energía que “el Plan nos mantiene muy optimistas por nuestra especialización en el sector; además de que contempla una bolsa de 7.7 billones de pesos, de los cuales 4 de cada 10 pesos del plan, van a ser aportados por el sector privado lo que incentiva directamente a la inversión en el país”.

 

El Director del Banco Interacciones agrega dos elementos específicos del anuncio: primero, que 4 de cada 10 pesos del Plan serán aportados por el sector privado, utilizando esquemas de asociación público-privada. “Y segundo, aquí nuestra experiencia en PPS nos deja muy bien posicionados: al primer trimestre de 2014, 40 por ciento de nuestra cartera está vinculada a APP’s.

 

“Incluso sin el Plan Nacional de Infraestructura, se están viendo grandes oportunidades en México, por nuestro lado ya estamos analizando 57 proyectos de infraestructura que implican créditos por hasta 15 mil millones de pesos”, agrega Salazar.

 

Sin embargo, José Enoch Castellanos Ferez, presidente de la Comisión de Enlace con Pemex, de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, CANACINTRA, va más allá del propio anuncio. “El desarrollo económico implica muchas aristas creemos que la Reforma Energética puede ser el diferenciador que atraiga inversiones y que genere riqueza.

 

Obviamente al construir infraestructura para extraer los hidrocarburos y sobre todo para transformarlos, dando valor, se genera riqueza.

 

“El punto básico es que entre más producción haya se requiere tener puertos adecuados para sacarla. Se anuncia una inversión de cerca 60 mil millones de pesos para modernizar el puerto de Veracruz y triplicar sus posiciones de atraque”.

 

 “Cobijando” todo el sector

 

Con las inversiones previstas dentro del PNI 2014-2018 se espera que la producción de petróleo, actualmente de 2.5 millones de barriles diarios, aumente a 3 millones de barriles dentro de cuatro años. Es por eso que con la Reforma Energética se espera una inversión total en exploración y explotación de 2.4 billones de pesos, de los cuales 1.7 billones provendrán de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el resto del sector privado, de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía.

 

En cuanto a gasoductos, se destinará una inversión de 227 mil millones de pesos para construir  casi 10 mil kilómetros de tendido.

 

“Imagínese que la industria disponga del gas que necesita ¿cuánto dinero va a generar? –se pregunta el Vicepresidente de CONCAMIN-, supongamos que quien le meta dinero a todo esto sin ser el estado, todo privado, ¿cuánto se va a ahorrar el Gobierno? Con esas dos coyunturas imaginemos qué va a pasar en el país, una real transformación”.

 

En materia de Refinación, Pemex invertirá 161 mil 859 millones de pesos en dos rubros principales: la reconfiguración de las refinerías Salamanca y Tula, y el mejoramiento de la calidad de combustibles del Sistema Nacional de Refinación.

 

En Petroquímica, se destinarán 21 mil millones de pesos para producir 1.1 millones de toneladas anuales, lo que beneficiará a las cadenas productivas relacionadas con la elaboración de solventes, hules sintéticos, explosivos, poliéster, bolsas y empaques, anticongelantes, fertilizantes, resinas y fibras, entre otros.

 

Para la producción de fertilizantes, Petróleos Mexicanos invertirá 15 mil millones de pesos para producir 480 mil toneladas adicionales de amoniaco y hasta un millón de toneladas de urea, que suman cerca del 75 por ciento de la demanda nacional y sustituirán importaciones por alrededor de 400 millones de dólares anuales.

 

Para Castellanos Ferez de la CANACINTRA es importante que “se vuelva a detonar la cadena de producción de fertilizantes a través de la producción de gas natural, de etano, y amoniaco que se reactive esa cadena; que se genere a través de la producción de etileno la producción de plásticos, de polietileno. El país sigue siendo deficitario a pesar de que hay una inversión muy fuerte en el sector privado en el sureste mexicano, en Coatzacoalcos, para producir 1 millón de toneladas de polietileno que se necesitan”.

 

En cuanto a electricidad, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) requerirá una inversión de 310 mil millones de pesos en proyectos de generación y 58 mil millones en redes de transmisión y así contar con 25 mil MW adicionales, de los cuales, 16 mil  entrarán en operación durante el sexenio.

 

“Si hablamos de Pemex en general sabemos que su infraestructura requiere de una gran modernización porque tiene más de 30-40 años, la oportunidad está ahí; haya o no haya una Reforma Energética, se concreten o no las inversiones anunciadas en el PNI ya la oportunidad existe”, afirma contundente Miguel Angel Valdespino, gerente de segmento Oil & Gas de Schneider Electric México.

 

Tendiendo redes

 

Finalmente, Castellanos Ferez cuenta que desde varios meses la CANACINTRA ha estado buscando a sus contrapartes en Estados Unidos, de empresas pequeñas y medianas que se podrían complementar con las mexicanas para asociarse, hacer joint ventures, y acceder a las licitaciones que se van a dar.

 

“Hemos detectado alrededor de 100 empresas mexicanas que podrían estar en este nivel. En México no nos debemos olvidar que tenemos más de 100 años perforando y produciendo petróleo eso ha generado una masa crítica de conocimiento que finalmente va a servir para que se aprovechen esas oportunidades”, afirma Castellanos Ferez.

 

Por su parte y ante el nuevo esquema que se prevé para el sector con el objetivo de evitar la concentración en unas cuantas empresas grandes, particularmente de origen extranjero, sin beneficiar a las empresas nacionales, en especial a las PYMES, Juan Acra, presidente de la Comisión de Energía de la COPARMEX, Confederación Patronal de la República Mexicana, sugiere la creación de Consejos Regionales (probablemente en cinco zonas:  Frontera Norte, Región Golfo, Región Sureste, Región Centro y Región Nor-Pacífico).

 

Cuyas principales funciones serán:

 

-Dar a conocer de manera sistemática y detallada los proyectos de infraestructura, con sus calendarios de ejecución, alcances en Ingeniería Procura y Construcción, presupuestos preliminares y formas de financiamiento.
-Requerimientos de insumos, maquinaria y equipos y de mano de obra especializada a nivel regional, para cada uno de los proyectos de infraestructura a desarrollarse.
-Requerimientos de Ingeniería básica y de detalle, supervisión de obra y aplicación de normas mexicanas. Se necesitará “sociabilizar” la información de los proyectos y los programas de ejecución para inducir a la mayor participación de empresas, ya sea como contratistas o subcontratistas, para generar una mayor participación de empresas locales.
-Crear nuevos mecanismos financieros para otorgar “garantías de cumplimiento” para la ejecución de las obras, así como garantizar la seriedad de las ofertas. A fin de que las pequeñas y medianas empresas mexicanas puedan competir con las grandes empresas extranjeras con disponibilidad de recursos con costos financieros menores a los ofrecidos por el sistema financiero nacional.
-Promover que la calificación de las ofertas en las licitaciones para la construcción de la infraestructura o el otorgamiento de concesiones se privilegie la mayor participación de contenido nacional, sin que esto  implique un incremento de costos.
-Promover el desarrollo de la ingeniería básica y de detalle para el desarrollo de las obras de infraestructura con empresas de ingeniería mexicanas.
-Dar a conocer la demanda a largo plazo (5 y 10 años) de insumos estratégicos, tales como cemento, tubería, elementos prefabricados así como de maquinaria y equipo a nivel regional, para conocimiento de las empresas mexicanas en los distintos estados del país.

Fuente: http://petroleoenergia.com/

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